Revista Avance
Revista Avance

Uno de nosotros

En memoria de Ricardo López

Compartir

por Jorge Scandaliaris

Muchos de los daños que podamos haber sufrido durante el curso de un año pueden, en principio, ser reparados al siguiente. Entre los irreparables, que también habrán de ocurrir, el más lamentable es, seguramente, el fallecimiento de un ser admirado, valorado y querido.

Cursaremos 2023 y los que siguen con la ausencia irremediable de Ricardo López, cuya desaparición, ocurrida el 13 de julio de 2022, lamentamos especialmente desde la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, la EEAOC. Como tucumanos, como profesionales de la actividad agroalimentaria, como miembros de una sociedad civil que necesita de la conciencia, la decencia, el empuje y la constancia de personalidades como este amigo que nos dejó para siempre el año pasado. Y como miembros formales de una institución que se ha visto favorecida desde hace casi 50 años por la participación voluntaria y generosa del Ricardo López emprendedor.

Nunca integró formalmente la estructura jerárquica ni profesional de la institución; sin embargo, fue parte de su devenir, atento y responsable como si se hubiera tratado de un miembro más del Honorable Directorio. Un ejemplo claro de vinculación público-privada, marca de origen de nuestra organización científico-tecnológica, que se expresa en su conformación,  en acuerdos inter institucionales, en el diario intercambio con productores locales y ocasionalmente, en casos emblemáticos como el de Ricardo López, basada en la confianza, en el respeto mutuo y en el compartido interés por impulsar y sostener la investigación, la experimentación y la innovación tecnológica en favor del desarrollo productivo de Tucumán y la región.

Su vínculo con la EEAOC se establece cuando con su participación se crea Zafra SA, una empresa destinada a la provisión de maquinaria agrícola, en 1979. López ve en su proyección empresaria la necesidad de un fluido intercambio de conocimientos y experiencias con la institución, útiles para orientar y calibrar la oferta de soluciones mecánicas innovadoras.

Fue contador, a ese grado lo llevó la educación universitaria; pero fue esencialmente un emprendedor. En su vida pública destacan hechos que una prolija biografía debería quizá recoger, por su valor referencial; hechos que lo muestran como tal, incesante en su vocación generadora más allá de los vaivenes circunstanciales del contexto económico y político general del país.

Actuó en el terreno de la salud pública, contribuyendo a equiparla de instrumentos para el diagnóstico por imágenes; fue pionero en programas de financiamiento para pymes, consultor de empresas y emprendimientos familiares, impulsor de mejoras de la industria citrícola y aportante activo en campañas solidarias destinadas a personas más necesitadas.

Desde la creación de Zafra su atención se centró en las necesidades productivas de la caña de azúcar. Fue cofundador de la Unión Cañeros del Sur de la provincia y partícipe, a lo largo de toda su vida, de numerosas acciones e iniciativas que aportaron a la recuperación y el fortalecimiento del sector azucarero, en momentos sumamente críticos de la agroindustria local.

Desde Zafra se impulsaron no solo alternativas para la provisión de equipamiento, sino también para la fabricación de piezas accesorias, repuestos y herramientas a través de otra empresa vinculada, BWA, creada con ese fin con su socio de siempre, Ricardo Baralo. La combinación experimental entre maquinaria y prácticas agronómicas efectivas orientadas a potenciar la productividad de nuestros cañaverales es un factor clave en materia de desarrollo integrador: agrícola, metalmecánico, agroindustrial; y Zafra SA así lo entendió.

A partir de ese momento y durante los últimos 43 años el vínculo entre Ricardo López y la EEAOC nunca se interrumpió. Ello incluyó no solo el intercambio de asesoramiento y el apoyo a la investigación, sino también, por ejemplo, la capacitación de recursos humanos en el exterior, la promoción de reuniones técnicas organizadas por la EEAOC y la Sociedad Argentina de Técnicos de la Caña de Azúcar (SATCA) y la facilitación de fondos para el reequipamiento y fortalecimiento de la institución. La implementación de nueva maquinaria adecuada para los requerimientos de la industria cañera -tal como ocurrió con la cosechadora integral 2500 de CAMECO, en 1992- significó un notable avance para el sector. Los beneficios consecuentes tuvieron impacto en la actividad también en Salta y Jujuy.

Ese intercambio y el impulso a experimentaciones conducentes llegan quizá a su punto más alto con el lanzamiento junto a la EEAOC, en 2012, del Programa del Bicentenario para la Caña de Azúcar (Probicaña), un proyecto pensado para el presente y el futuro del sector bioenergético, dejando en la experiencia local muy valiosas observaciones. Ya para entonces (en 1998) la empresa John Deere había adquirido CAMECO y designado a Zafra SA como concesionaria oficial de sus productos, algo que potenció su capacidad de generar alternativas para todos los cultivos, incluyendo la de la fabricación local de acoples estriados y repuestos para esa marca líder.

Ricardo López se ganó ampliamente la confianza del sector, incluso más allá de nuestras fronteras. En 2006 se ocupó de la realización de un workshop sobre maquinaria agrícola para la Sociedad Internacional de Tecnólogos de la Caña de Azúcar (ISSCT por sus siglas en inglés) y luego fue designado por la SATCA como miembro del Comité Organizador del 30º Congreso Internacional de la ISSCT realizado exitosamente en Tucumán en 2019.

Y se hizo acreedor, por supuesto, del respeto y el cariño de quienes disfrutamos de su enjundia, entrega y bonhomía a lo largo de tantos años.

A Ricardo López no le molestaría que lo recordemos como uno de nosotros. Siempre que en ese nosotros quepan todos aquellos comprometidos con el desarrollo productivo y el bien común.

 

Leer también

Diseño y desarrollo Impulsado por JD Producciones